La irrupción de las tecnologías digitales1 ha venido transformando distintos ámbitos de la vida y la agricultura no es una excepción. La introducción de tecnologías digitales en las cadenas de valor conduce, en última instancia, a la transformación radical de estas, no solo porque las tecnologías cambian la forma en que se realizan los procesos, sino porque también modifican la propia lógica de las cadenas, gracias a una nueva (y mejor) forma de interacción entre la oferta y la demanda. En las industrias del entretenimiento, alojamiento y transporte de personas existen ejemplos muy contundentes de transformación digital. Al igual que en estas industrias, las tecnologías digitales han empezado a generar una transformación de los sistemas agroalimentarios, que marca un nuevo cambio de era, dando lugar al agro digital, inteligente o 4.0